Este es un proyecto que nace sobre todo del interés de crear un espacio seguro para la libre expresión, para compartir nuestra voz en torno a distintos temas –desde nuestros saberes, experiencias, sentires y pensares– teniendo como pretexto diversas lecturas, películas y materiales de video. Se trata sobre todo de un lugar-momento que procura el encuentro a través de la palabra, tanto oral como escrita.
Biblioteca, lectura y cine, se ha venido construyendo desde septiembre de 2021 y busca sobre todo responder a los intereses de quienes lo integran, por lo que también es un espacio de constante experimentación, sin perder de vista que lo que perseguimos es el intercambio y reflexión constante de nuestras experiencias: como habitantes de un espacio universitario, de nuestras comunidades y de realidades sociales diversas.
En ese sentido, la primera etapa, llevada a cabo entre septiembre y diciembre de dicho año, se enfocó sobre todo a explorar la lectura y la escritura creativas, así como a la gestión de actividades para provocar el encuentro universitario a través de la palabra. De esta manera, se obtuvieron escritos interesantes que dan cuenta de la creatividad y realidad que las y los estudiantes tienen y viven de forma personal y colectiva.
Se crearon narraciones de fantasía a partir de lecturas como “Instrucciones para llorar” de Julio Cortázar, o de pinturas y fotografías de diversos artistas como Picasso o Rufino Tamayo. También, se crearon historias colectivas a partir de la técnica de “cadáveres exquisitos”, que reflejan la realidad de la comunidad estudiantil respecto a asuntos que les trastocan de forma colectiva y de su vivencia cotidiana como estudiantes habitando Jaltepec, tales como la expectativa sobre la recepción de becas, su relación con sus caseros/as, su empleamiento en diversas actividades del campo o sus actividades fuera de la vida escolar.
Asimismo, se organizaron un par proyecciones de películas documentales para reflexionar en torno a la importancia del maíz y del agua. En ambas ocasiones, las y los estudiantes que integran el proyecto se convirtieron en gestores de estos espacios siendo presentadores, moderadores u operadores del equipo técnico, pues también uno de los principales propósitos es que se conviertan en los protagonistas de dichas actividades.
Así, en el caso del maíz, se tuvo la oportunidad de compartir diversas ideas en torno al lugar que éste ocupa en nuestras vidas a partir de su presencia en la gastronomía mexicana, particularmente a través de la tortilla y el “taco” como alimentos que aparecen, con sus particularidades, en las cocinas de nuestras comunidades y ciudades de nuestro país. En esa ocasión, tuvimos la oportunidad de hacer tortillas para compartir un “taquito” de sal y queso, lo que implicó prepararnos desde el proceso de nixtamalización, su cocción en el comal y su preparación en el momento.
En el caso del agua, se reflexionó sobre su importancia como la fuente de vida que es, sobre su aprovechamiento y su cuidado. Esta vez, además de la proyección, se replicó la actividad de escritura creativa a partir de las “instrucciones para llorar”, pero intencionada como “instrucciones para cuidar/valorar el agua”. De esta manera, las y los asistentes escribieron sus técnicas de ahorro al lavar la ropa, limpiar la casa, para no contaminar el suelo, o incluso para apreciar la belleza de la lluvia.
Actualmente, desde enero del 2022, el proyecto adquirió un enfoque de trabajo más interno. Seguimos reflexionando colectivamente y compartiendo sentipensares y experiencias, pero ahora en torno a temas de interés para el equipo; tales como distintas formas de violencia (racismo, clasismo, discriminación), sobre diversidad sexual y de género, y movimientos migratorios. Para ello, también hemos contado en un par de ocasiones con la presencia de talleristas que nos han compartido sobre dichas temáticas desde sus trayectorias profesionales.
En esta etapa, el principal medio para trabajar ha sido el proceso de escritura, a través de cual hemos buscado definir qué significan estos conceptos para nosotros y nosotras, haciéndolo desde nuestras referencias personales, desde las propias historias de vida y experiencias, pero también en relación a cómo se nombran y viven estos procesos sociales en el entorno comunitario.
Hemos ido construyendo, cada vez más, ese lugar seguro para hablar de cómo estas cosas nos interpelan. Hemos observado que el escribir es un medio potente para vaciar el ser y el saber, pues la práctica de la escritura es algo que confronta con la propia identidad. Lo hacemos de esta forma porque creemos que los procesos de aprendizaje-enseñanza no están disociados de la experiencia de vida, de nuestras historias personales, familiares, comunitarias.
Y precisamente por ello, vislumbramos que en el futuro, el BLC vincule estas actividades, aprendizajes y reflexiones con el territorio: haciendo cine comunitario, recogiendo las voces e historias de las personas de nuestros pueblos, apropiándonos de los espacios públicos para leer, narrar y escribir colectivamente, y para llevar a cabo todo aquello que como equipo nos mueva compartir.