Durante los meses de septiembre-diciembre de 2021, integrantes del proyecto producción de hortalizas, nos propusimos a sembrar diversas semillas con el propósito de explorar su adaptación en las condiciones de suelo y clima del ISIA (semillas de primera siembra) y de reproducir a mayor escala (semillas de segunda siembra).

Algunas de las semillas sembradas por primera vez fueron el tomate riñón y la jícama. Los métodos de siembra fueron en almácigo y siembra directa. El sustrato usado para los semilleros fue una mezcla de bocashi y tierra del área de camas. Las camas fueron preparadas con una mezcla de bocashi y materia orgánica.
Durante los meses de enero-marzo de 2022 se cosecharon y seleccionaron las semillas del tomate riñón y la jícama, obteniéndose 20 gramos y 100 gramos de semilla respectivamente. Estas semillas se tienen resguardadas en un recipiente hermético para reducir el riesgo de ser invadidas por insectos y/o roedores. Las semillas se sembrarán en la siguiente temporada de lluvia para incrementar su producción y así contar con una mayor cantidad de producto y de alimento para el comedor-ISIA, al mismo tiempo que se incrementa la reproducción de semilla.
De los logros y aprendizajes sobre el cuidado de la jícama y el tomate riñón, nos dimos cuenta que la siembra en almácigo tiene un mayor porcentaje de germinación, comparada con la siembra realizada de manera directa en el suelo. En las camas hay mayor presencia de insectos que en los almácigos, así también la humedad se mantiene más tiempo en los almácigos que en las camas, aun cuando estas tengan acolchado. Por lo que, a partir de ahora, la mayor parte de nuestras semillas serán sembradas en almácigos para su posterior trasplante. Así también aprendimos que si trabajamos de manera colectiva, bien organizados, con entusiasmo y paciencia disfrutaremos de los frutos de nuestro trabajo.

En esta ocasión disfrutamos de unas ricas jícamas frescas y una deliciosa salsa de tomate riñón recién cosechadas, libres de agrotóxicos.